Si estas aquí es que te gustan las aves y la fauna en general. Quizás tengas tu proprio material de observación como unos buenos prismáticos o un pequeño telescopio terrestre.
¿Pero pensaste alguna vez en apuntarlos de noche hacia el firmamento?
La astronomía, una actividad de naturaleza divertida y apasionante.
No es necesario tener telescopios enormes para iniciarse en la astronomía y la observación de estrellas. De hecho, unos prismáticos son el instrumento que todo astro aficionado debe tener y además es aconsejable empezar a conocer el cielo con ellos.
Con su gran campo de visión, permite abarcar grandes partes del cielo y es el buscador perfecto para encontrar rápidamente no solo estrellas, sino también cúmulos de estrellas, nebulosas y galaxias brillantes. Muchos objetos del catalogo más usado por los aficionados, el catalogo Messier, pueden ser detectados con unos prismáticos normales. Con un mapa clásico o una App móvil como Stellarium, se empieza por reconocer las constelaciones de nuestro cielo y las principales estrellas. Luego, con prismáticos, se aprende a localizar los principales objetos, y os aseguro que los más brillantes, como la nebulosa de Orión o la galaxia de Andromeda, son todo un espectáculo.
Los planetas y la Luna necesitarán de un trípode y algo más de aumentos. Con un telescopio terrestre, con unos 20 aumentos, se observan perfectamente los cráteres y otras formaciones de nuestro satélite como montañas y llanuras. Con Júpiter, podréis seguir el baile de sus cuatro satélites más brillantes a su alrededor, e incluso observar dos bandas ocres en su atmósfera. Y Saturno os revelará su famoso anillo.
Y si te picas y quieres más, es cuando podrás plantearte comprar un telescopio más grande. Dependiendo de lo que quieras observar en prioridad, de si te interesa el mundo de la astro-fotografía, tendrás que elegir un modelo u otro. La oferta y las posibilidades son enormes y tendrás que asesorarte en un foro o una asociación cercana para comprar el aparato ideal para ti.


Castilla y León tiene cielos para morirse.
Nuestra comunidad autónoma, como muchas partes de la España vacía, posee zonas con unos cielos con muy poca contaminación lumínica en cuanto nos alejamos de sus grandes ciudades. Y algunas zonas, que suelen corresponder con espacios naturales, como la Sierra de Gredos, lucen ya el distintivo de «Destino turístico» o «Reserva» Starlight que reconoce la calidad de sus cielos para la practica de la astronomía.
En nuestra Europa occidental industrializada, los cielos sin contaminación por culpa de luces de todo tipo (coches, alumbramiento público, molinos de viento…) son cada vez más escasos. El astro-turista extranjero exigente se ve obligado a viajar al mítico desierto de Atacama en Chile, a Namibia o más cerca, a Canarias para ver las constelaciones del Sur y tener asegurado un cielo negro, sin saber siempre que sin salir de Europa, puede tener al alcance cielos muy buenos y con algunas constelaciones del hemisferio Sur. El hecho de que España sea una meseta y que estemos enseguida a más de 1.000 m de altitud es también un factor importante en astronomía, ya que tendremos menos capa de aire y por consiguiente menos polvo y más transparencia de imagen.
Si en canarias, llevan años desarrollando el turismo de estrellas, en la península y en Castilla y León en particular, empiezan a florecer también empresas de turismo astronómico que ofrecen todo tipo de actividades como talleres y salidas nocturnas, o cursos de fotografía, o manejo de telescopios…
En Goyarcyl, todos nuestros alojamientos están en lugares idóneos para disfrutar del cielo estrellado. Uno de ellos, Casas Caño Chico y La Fuente, posee además dos telescopios de 20 y 50 cm de diámetro, y ofrece durante estancias largas, la posibilidad de descubrir el universo a través de ellos.
Fotos de Alvaro López Moreta de OSAE (Organización Salmantina de Astronomía y Espacio)
